Respecto a la alineación titular contra el Everton, esta vez la lógica se impuso y vimos al Chicharito Hernández en lugar del cada vez más criticado Ochoa, mientras que el Gaucho Ávila tomó el lugar de Marco Fabián. Chivas poco y nada pudo hacer en la primera mitad, excepto ver cómo el Pachuca se estaba convirtiendo en el claro dominador de la pelota y por ende de las acciones del partido... aún así, el 0-0 con el que nos fuimos al descanso parecía el marcador más justo, ya que Chivas quería pero no encontraba forma alguna de acercarse a territorio tuzo, mientras que el Pachuca quería y sí tenía los medios futbolísticos como para hacer daño, pero para nuestra fortuna no había salido en su tarde más fina.
Para la parte complementaria todo cambió, pues el gol prácticamente "de vestidor" de Galindo marcó un antes y un después en el encuentro: el Pachuca se lanzó al frente de una manera inexplicablemente inocente, desesperada y desordenada, desdibujándose por completo en su zona baja. Todo lo anterior se tradujo en espacios para nuestros atacantes, entre los cuales ya se encontraba la Pinita Arellano con toda su explosividad y picardía, que tanta falta le hacían a nuestro ataque chato y sin variantes de anteriores partidos. ¡Había que aprovechar el desconcierto del rival! y vaya que lo hicimos, pues poco antes de salir, al Chicharito le anularon un gol legítimo (se había elevado perfectamente en el aire para meter el balón de cabeza)... pero 10 minutos después, Arellano también de cabeza, pone el 2-0 que ahora sí no dejaba lugar para la duda. ¡Bienvenido, Pinita! Que por cierto, aunque le había anotado gol al equipo en el cual debutó y jugó sus 6 primeros torneos como profesional, de cualquier manera ¡les gritó el gol con todo y besó nuestro hermoso escudo! Arellano no puede negar la cruz de su parroquia: es Chiva de pura cepa, y Chivas está en su código genético. En los siguientes 15 minutos, vía dos sendos penales cobrados uno de manera más magistral que el otro, el Rebaño ya había sentenciado el partido... pero faltaba algo: saldar la goliza que sufrimos el torneo pasado, y en efecto, para hacer aún más emotivo su regreso, Arellano metió su segundo de la tarde y el quinto lapidario y humillante para los topos mexicolombiargentinaturalizados. ¡Chivas gana de manera espectacular!.
A pesar de la tremenda goliza propinada ni más ni menos que al líder general, no podemos obviar el hecho de que se ganó en base a un juego 100% de contragolpe... cuando el partido aún estaba empatado, el Rebaño no pudo imponer sus condiciones ni pelearle al Pachuca la posesión de la pelota. Fue hasta que aprovechamos la desesperación del rival y las avenidas que nos dejó atrás, que Chivas brilló. Así que, obviamente, tenemos todavía mucho que mejorar. Pero la gran importancia de este 5-0 radica sobre todo en la diferencia en materia anímica y motivacional que puede hacer en los jugadores. Esperemos olvidarnos de baches y malos momentos en ambas competiciones (Liga y Copa), y que estas dos golizas consecutivas sean el parteaguas que necesitamos para la levantada definitiva, no sólo en resultados, sino en fútbol. ¡VENGA CHIVAS!
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